En esta época del año donde el frío reseca la piel, hay que ser especialmente cuidadosos y aplicar remedios para evitarlo.
La razón de porqué el frío congestiona la piel es porque la microcirculación sanguínea se resiente produciéndose más vasoconstricción y provocando que haya menos circulación de nutrientes y oxígeno, lo que provoca que la piel pierda fuerza, grosor y se deshidrate.
Las pieles que son más secas y claras suelen ser más propensas a que les afecte más las bajas temperaturas, ya que tienen la barrera protectora de la piel más debilitada al no contar con tantas glándulas sebáceas. Incluso en las pieles sensibles y atópicas, éste puede producir rojeces y diversas patologías como la rosácea.
Pero el frío no afecta únicamente a las pieles secas, sino que también se aprecia en las pieles mixtas o grasas.
¿Porqué no combatir estos efectos sobre la piel de las bajas temperaturas con aceites esenciales?
¡Aquí está nuestro gran secreto! La aplicación de aceites esenciales como el de almendras o rosas nos ayudan a aportar un extra de hidratación a nuestro cuerpo.